sábado, 9 de agosto de 2014

Al final del camino

En ocasiones, muchas, me pregunto qué hay al final del camino...
¿Qué nos encontraremos, o qué deseamos encontrar en ese punto?
Estamos dando pie a una nueva forma de vida social sin saber cual será su función y sus consecuencias.
¿Ciudadano medio? ¿qué significa eso? estoy seguro  se preguntarán las futuras generaciones.
¿Seguirá siendo gratuita la educación de los hijos de nuestros hijos? ¿ Tendremos que pagar cuando la policía acuda en nuestro auxilio? ¿existirán las pensiones públicas?¿el acceso a la justicia será posible para ese ciudadano medio? ¿podremos aguantar la enorme presión fiscal que nos acosa y vacía nuestros bolsillos?¿podremos costear un ejercito que nos defienda? ¿reinará la anarquía?
Muchas preguntas sin respuesta cierta. Preguntas que deberían hacerse aquellos que hoy dicen liderar nuestro presente y que se preocupan , en teoría, de nuestro futuro.Los mismos que cuando ostentan dicho liderazgo lo primero y único que hacen es cambiar el collar del perro, sin desparasitarlo.
Creo que se avecina un cambio precursor de  enormes diferencias sociales que no confío lo haga para mejorar nuestra calidad de vida.
Quizá creáis que es una vista negativa del futuro, pero lo cierto es que me preocupa y mucho.
No creo que los ciudadanos nos merezcamos esto, o quizá un poco si, no se...
No se si la política es la llave del cambio , o lo es una mayor concienciación social, pero lo cierto es que algo debemos hacer para evitar esa catarsis y no echarnos las manos a la cabeza cuando suframos sus efectos.
¿Alguien necesita 50 millones de euros para jubilarse o precisa 40 millones anuales para vivir mientras otros hacen cola en los comedores sociales o en centros de ayuda para poder  vestir a sus hijos?     
¿ Seguiremos impertérritos ante la  hambruna que asola África? ¿ Seguiremos vendiendo armamento a los países en conflicto? ¿ dejaremos que unos pocos controlen y manejen el destino de otros muchos?
Solo tenéis que prestar atención a los medios de comunicación, salir a la calle o acercaros a una de esas colas y obtendréis una muestra de ello.
Seguro que os preguntareis acerca de qué podemos hacer. No tengo la respuesta, pero si se lo que no podemos hacer: Permanecer impávidos, callar y guardar  silencio.